La Policía mexicana ha detenido en Nuevo Laredo al gijonés Ignacio González de Arriba junto a otras 23 personas pertenecientes a la secta de los Defensores de Cristo. El asturiano es el líder del grupo y se ha autoproclamado el nuevo Mesías, haciéndose llamar «Maestro Fénix».
La organización estaba siendo investigada desde hacía meses después de que la Red de Apoyo a las Víctimas de las Sectas ya ha denunciado ante la Procuraduría General de México a Ignacio González de Arriba y sus colaboradores por defraudación ilícita, inducción a la prostitución, tráfico de mujeres y de órganos, ejercicio ilegal de la medicina y reducción a la servidumbre.
Trabajadores del Instituto Nacional de Migración de México, en colaboración con efectivos de la Policía de la Policía Federal, practicaron las detenciones días atrás en la finca que ocupaban los miembros de la secta. La casa se encontraba cerrada con cadenas, imposibilitando así la salida de los residentes en la misma. Cuando accedieron, los policías se encontraron una situación lamentable. Los miembros de la secta vivían en condiciones insalubres.
Ignacio González de Arriba era conocido en Gijón antes de marcharse a México. Se publicitaba como «sacerdote cristiano» y maestro samurai y de la «bioprogramación». Dejó tras sí una estela de quejas y denuncias que le llevaron a abandonar el país. Aquí abandonó sus negocios inmobiliarios con numerosas deudas y con una investigación de Hacienda.
(El Comercio)
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